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Miércoles, 22 de Febrero de 2012 12:12

…de la terapia a la economía española

 

Enfermo_2

La economía española está enferma, endeudada, apenas consume, con un sistema financiero maltrecho, con mala circulación del crédito, empresas agónicas y poco competitivas, y la fiebre del paro por las nubes.

 

En estos momentos, al enfermo se le está aplicando terapia de choque, fuerte reducción de gastos corrientes, congelación de inversiones, subidas de impuestos, reformas del sistema financiero y del mercado de trabajo, etc.

 

Terapia que apunta en la buena dirección, pero que con una inadecuada dosificación, podría ser peor el remedio que la enfermedad.

 

Una fuerte reducción de los gastos corrientes, unido a la congelación de la inversión, podría provocar una mayor contracción de la demanda, activando un perverso mecanismo: menos consumo, menos producción, menos empleo, más paro, menos renta y de nuevo menos consumo.

 

Una subida de impuestos, disminuye la renta disponible de las familias, y por tanto, su capacidad de consumo, contrayendo aún más la debilitada demanda, y activando nuevamente el perverso mecanismo: menos consumo, menos producción, menos empleo, más paro, y nuevamente menos consumo.

 

En una economía deprimida, podría darse que al aumentar los impuestos (sobre renta y/o consumo -Iva/Igic-) no sólo no se incremente la recaudación fiscal, sino que incluso se reduzca por una menor renta y el menor consumo.

 

La reducción de los gastos y el incremento de los ingresos vía impuestos, contribuyen a reducir el déficit y a disminuir el coste de la carga financiera (se reduce la deuda y se pagan menos intereses).

 

Por lo que habría que analizar con cuidado el resultado neto de estos efectos contrapuestos: positivo derivado de la reducción del déficit y el ahorro de gastos, o negativo derivado de una mayor contracción de la demanda.

 

Con este panorama, las reforma laboral y financiera, necesarias en cualquier caso, podrían tener escasos efectos positivos si la economía no crece (sin expectativas ni oportunidades, no se necesita ni financiación ni se crea empleo).

 

Para crear empleo y riqueza, España necesita generar actividad económica y crecer; lo que pasa por incrementar sus exportaciones, necesariamente de la mano de la internacionalización de sus Pymes.

 

En resumen, para que el enfermo sane, crezca y se ponga fuerte (genere empleo y riqueza), hay que ponerlo a dieta estricta, sin matarlo de inanición, y aplicarle una fuerte dosis de vitaminas de exportaciones.